Anycubic continúa con su reciente tendencia en esta nueva línea de máquinas de nombre reptiliano. Cada una de ellas es la sucesora de un dispositivo similar anterior de Anycubic. Aquí tenemos la Kobra, la más pequeña de la nueva serie Kobra de la marca, y también la más distintiva.
Mientras que la también recientemente anunciada Kobra Max se inspira en gran medida en la Anycubic Vyper, que se lanzó en 2021, la Anycubic Kobra se distingue por ser una máquina prácticamente nueva.
En lugar de un extrusor Bowden de doble engranaje y un combo de hotend estilo Volcano con nivelación de la cama integrada, la Kobra cuenta con un extrusor directo y una sonda de nivelación de la cama inductiva. Esas ya son dos diferencias muy significativas, pero hay muchas más.
Anycubic nos dio acceso anticipado a la Kobra para conocerla un poco mejor antes de su lanzamiento y estas son nuestras impresiones.
La Anycubic Kobra es una impresora 3D sorprendentemente capaz, que ofrece algunas características de primer nivel por muy poco dinero. La nivelación automática de la cama, el extrusor directo, la cama extraíble con revestimiento de PEI y la vuelta al inicio sin sensores son características habituales en máquinas que cuestan mucho más que los 255 € de la Kobra. Es fantástico encontrar estas características en una impresora que cuesta poco más que la prolífica Creality Ender 3 V2.
Sin embargo, es fácil detectar dónde Anycubic ha rebajado el precio. En la Kobra observamos una gran presencia de plástico, y algunos ensamblajes escatiman en piezas que, de otro modo, podrían mejorar fácilmente la experiencia de uso.
Al margen de ello, la Kobra es una impresora barata y capaz, fácil de desmontar y de manipular. Es Anycubic en su máxima potencia: una máquina inteligente y barata.
Cabría esperar que la Anycubic Kobra fuera la máquina más representativa de la serie que lleva su nombre, pero no es el caso. En su lugar, una sorprendente mezcla de mejoras y curiosas funciones nos recuerda a las máquinas de la marca Zero, impresoras deliberadamente económicas que sacrificaron algunas de las esperadas características de la carrera hacia la cima en busca de un menor coste (con un éxito desigual).
Por 255 €, la Anycubic Kobra ofrece un espacio de construcción bastante modesto, de 222 x 222 x 252 mm, algo más grande que el de la típica máquina del estilo de la Ender 3, pero más pequeño que el de la Anycubic Vyper, la impresora a la que se podría suponer que la Kobra está destinada a reemplazar poco a poco. Un dato curioso: las cobras son mucho, mucho más grandes que las víboras, así que no sabemos en qué estaba pensando Anycubic al elegir el nombre.
El cabezal de impresión de extrusión directa de la Kobra es de lo más destacado de la máquina. El cabezal de impresión, un cubo grande y cuadrado cubierto de detalles tecnológicos falsos, tiene cierto aspecto de cofre del tesoro. En el interior se encuentra el hotend de la impresora.
Es difícil de ubicar con exactitud, pero se asemeja mucho al E3D Titan Aero, aunque con notables diferencias, incluyendo un bloque calentador más grande, una palanca de liberación de filamento similar a la de Bondtech, y algunas deficiencias que abordaremos más adelante. Lo esencial es que, en su interior, encontramos un extrusor con engranajes que agarran y alimentan el filamento directamente en el hotend revestido de PTFE.
El cabezal de impresión se apoya en extrusiones de aluminio, como es típico en esta clase de impresoras 3D de escritorio. Curiosamente, para una máquina con un extrusor directo y la masa implícita del cabezal de impresión que lo acompaña, dispone de un único motor paso a paso en el eje Z para levantar el conjunto de los ejes X y Z de la Kobra. Sin embargo, en todas nuestras pruebas a lo largo y ancho de la placa de impresión y hasta los extremos de la altura de impresión de la Kobra, no pudimos detectar ningún problema asociado con ello. Puede que solamente surjan más a largo plazo.
El cabezal de impresión de la Kobra está hecho en gran medida de plástico, imaginamos que para intentar ahorrar peso.
Al abrir el cabezal de impresión, descubrimos que es muy fácil desmontarlo y solucionar los problemas. La cubierta del «cobre del tesoro» puede retirarse por completo con solo liberar dos tornillos, lo que permite un acceso rápido y fácil a los componentes que se encuentran debajo.
El cabezal de impresión se sujeta en su carro con cuatro tornillos, y solo necesitas cinco tornillos más (dos en el ventilador del hotend, tres en el disipador) para separar el hotend del extrusor. Las medidas de ahorro de peso (y, posiblemente, de costes) de Anycubic se hacen evidentes en las armaduras de plástico del extrusor y en un engranaje dentado decepcionantemente básico para pinzar el filamento. Debido a este mecanismo rudimentario, con una tensión inadecuada del rodillo del extrusor no tardamos nada en observar que el filamento machacado se depositaba en las ranuras, reduciendo la eficacia del engranaje.
Al igual que la Vyper, la Kobra dispone de nivelación automática de la cama. A diferencia de la primera, la Kobra utiliza un sensor inductivo para detectar la cama de impresión metálica que se encuentra debajo. Nuestra impresión fue que dicho sensor, alojado en una jaula de plástico ajustable, hizo su trabajo sin problemas ni fallos.
La impresora traza una malla de 16 puntos en cada rutina de nivelación, y la Kobra tiene en cuenta automáticamente las variaciones de dicha cama de impresión. Esto proporciona una primera capa lisa y uniforme. La cama se asienta sobre espaciadores, por lo que todas las tareas de nivelación de la cama se llevan a cabo por este sistema (no hay ajustes manuales posibles, a excepción de un desplazamiento universal del eje Z que se puede aplicar al ejecutar la rutina de calibración de la cama o en vivo durante las impresiones).
La cama de impresión suministrada con la Anycubic Kobra es una lámina metálica flexible recubierta de PEI que se desprende de su base magnética con facilidad y libera las impresiones con una marcada flexión. Por encima de esta lámina flexible, tiene 222 x 222 x 252 mm de volumen imprimible.
Otra similitud con la Vyper es la textura granulada de la superficie de PEI de la cama de impresión. No nos gustó mucho en la Vyper (en el caso de impresiones con detalles finos en la primera capa, estos detalles podían perderse y obtenerse una primera capa con un acabado uniforme y granulado). El aspecto puede ser bueno, pero este efecto elimina algunas posibilidades si querías usar la primera capa de tu impresión para obtener un efecto particular. Sin embargo, no se puede negar que se trata de un accesorio eficaz: las impresiones se adhieren muy bien.
Anycubic proporciona un rascador de plástico para ayudar a limpiar la cama sin correr el riesgo de que la superficie de PEI se raye, algo que observamos que podría suceder con demasiada facilidad en nuestro análisis de la Vyper.
Algo que llama la atención de la Anycubic Kobra es su falta de topes. La impresora tiene un aspecto esbelto y despejado (a pesar del cabezal de impresión del cofre del tesoro), y nos llevó un tiempo entender el motivo. Hay menos desorden en ella. Así de simple.
La Kobra presenta un rasgo distintivo no esperábamos: cuenta con Stallguard activo de serie. Se trata de una característica de algunos controladores de motores paso a paso de la marca Trinamic que proporciona una localización «sin sensores», eliminando la necesidad de interruptores al final de los ejes X e Y.
Normalmente solo se ve en los sistemas de gama alta: el cabezal de impresión o el carro de la cama de impresión se desplaza en una dirección desde su origen y detiene el movimiento en el punto en el que encuentra resistencia. En otras palabras, se estrella a propósito. Pero eso está bien.
Además de ser genial verlo en acción (puedes activarlo tú mismo empujando hacia atrás en la impresora mientras intenta encontrar su origen), también simplifica la mecánica de la máquina y reduce el número de piezas que pueden fallar.
Es inevitable establecer un paralelismo entre la Kobra y la Creality Ender 3 S1, una impresora 3D también nueva que ofrece una experiencia de impresión admirablemente cómoda y de alta calidad (aunque de precio elevado).
Creality busca un nivel de precio premium y ofrece lo que, según las conclusiones de nuestro análisis, es una experiencia de impresión bastante de lujo en comparación con las máquinas Ender 3 que la han precedido. El enfoque de Anycubic es diferente, y nos alegramos de ello.
Es cierto que se trata de una impresora de extrusión directa tipo Ender 3. Sin embargo, la Kobra, al igual que el subconjunto de máquinas Zero de Anycubic, planta su bandera en un terreno diferente, optando por numerosos puntos de ahorro de costes que no supongan demasiadas renuncias.
La Anycubic Kobra se alimenta mediante una placa base Trigorilla Pro A V1.0.4 de 32 bits. Una de las ventajas del modelo Kobra es que la placa inferior de la impresora básicamente se ajusta a presión. Para llegar a la placa base basta con retirar dos tornillos acanalados que fijan la placa inferior al chasis. Saca la placa a presión y ya estás dentro.
El interior de la máquina, en realidad, no depara ninguna sorpresa. Los controladores de los motores paso a paso están soldados a la placa, por lo que cambiarlos queda prácticamente descartado. Afortunadamente, los controladores deben estar en el deseable modo UART o SPI, en lugar de en el modo independiente que solemos encontrar en impresoras de este rango de precio. Gracias a ello, la máquina puede ofrecer ciertas características avanzadas, incluyendo StallGuard, el sucedáneo de los topes o «endstops».
Una configuración de este tipo podría brindar al usuario el control de los motores, configurando los micropasos, los voltajes y demás a través del software. Si el fabricante ofreciera los medios para hacerlo en la impresora, claro, cosa que Anycubic no hace. Imaginamos que el motivo para ello es que la gran mayoría de los usuarios no necesitarán tocar esos ajustes: el brillante menú y las opciones por defecto de Anycubic son suficientes. Y los usuarios avanzados, por su parte, pueden hacer esas cosas mediante el código G directamente, si lo desean.
Tal como se suministra, encontramos valores básicos, como los eSteps y el flujo, que necesitan una puesta a punto. Hemos descrito los procesos para corregirlos en nuestra práctica guía de calibración del extrusor. El avance lineal, un ajuste popular a tener en cuenta para limar las esquinas acampanadas («flared») en las impresoras más rápidas, no está habilitado por defecto. Para ello, es necesario un firmware personalizado o mejorado.
Los usuarios avanzados querrán introducirse en el lenguaje de la impresora utilizando un host y una plataforma de control, como OctoPrint o Pronterface, para realizar cambios y modificar los ajustes más profundos mediante código G. La interfaz de usuario por defecto de Anycubic y sus opciones se limitan a los aspectos básicos como la carga de filamento, el control de la temperatura, el movimiento, la nivelación y el desplazamiento en el eje Z. Eso es todo.
No es muy diferente de lo que ofrecen la mayoría de las impresoras 3D baratas de hoy en día. Incluso podríamos decir que se inclina más hacia el lado básico de lo barato en comparación con máquinas como la Biqu B1, que ofrece una vista de terminal para introducir código G directamente en la impresora.
El cabezal de impresión de la Anycubic Kobra es agradablemente modular y se puede desmontar con facilidad.
Experimentamos un grave bloqueo después de imprimir con un TPU que provocó que el filamento se cociera y quedara carbonizado dentro del cabezal, dejando la impresora inoperable por un tiempo. El hecho de poder desmontar la cubierta, el ventilador y el conjunto del hotend del extrusor (combinado con el ordenado cableado de la máquina, que permite separarlo todo con facilidad), nos proporcionó un cómodo acceso para evaluar la situación.
Durante nuestras comprobaciones, observamos que el revestimiento de PTFE de dentro del hotend era un poco más corto que el espacio en el que se asienta, dejando cierta holgura en el encaje. Cargando manualmente el filamento en el hotend caliente, pudimos ver como el filamento fundido retrocedía y empujaba este trozo de tubo de PTFE fuera del heat break.
Para eliminar el bloqueo, sustituimos tanto el cabezal como el tubo de PTFE por otros de repuesto (hay que tener en cuenta que el tubo de PTFE de repuesto era más largo y encajaba mejor dentro del hotend). A partir de entonces, la Kobra ha estado imprimiendo sin problemas con múltiples tipos de filamento. Posiblemente se acumuló una bolsa de TPU en este hueco, que posteriormente se quemó y causó el bloqueo. Es difícil saberlo con certeza, pero esa es nuestra teoría.
Así que la Kobra parece ser un dispositivo fácil de manipular. Dada la sencillez del cabezal de impresión, suponemos que también es fácil de modificar y mejorar. La sonda LeviQ se encuentra dentro de una jaula de plástico ajustable, por lo que debería ser fácil acomodar la máquina a cualquier nueva altura del cabezal si se realizan cambios en el equipamiento.
Si bien la "baratura" de la Kobra sale a relucir en algunos aspectos (principalmente en la calidad de los componentes y en la cantidad de plástico presente en máquina), en otros, esta máquina está por encima de las de su categoría.
La presencia de un extrusor directo es excelente (aunque este no sea el mejor, como lo demuestra nuestra experiencia de uso relativamente sencilla que acabó obstruyendo la máquina). La comodidad de la cama de impresión de acero para muelles es innegable. En general, resulta una máquina muy sencilla de utilizar. Es fácil cargar el filamento, se calienta rápidamente y la interfaz de usuario básica de Anycubic ofrece lo suficiente para que aquellos usuarios poco exigentes se puedan poner manos a la obra.
Algunas peculiaridades menores de la interfaz de usuario pueden resultar molestas, como la incoherencia en la introducción de los valores. Ajuste de la temperatura: escriba el número. Bien. Elevación del cabezal de impresión para trabajar en la máquina: repetidos golpes incrementales en movimientos de 0,1, 1 o 10 mm. Molesto.
En general, sin embargo, la Kobra es un gran ejemplo de impresora barata bien hecha. No supone un avance desmesurado, pero es una alternativa atractiva al statu quo. Habría estado bien que incorporara algunos otros detalles ingeniosos, como una guía para encajar la cama de impresión en su sitio, por ejemplo.
Durante nuestras pruebas con la Anycubic Kobra, realizamos proyectos en PLA, PETG y TPU, utilizando inicialmente los ajustes preferidos por Anycubic. Estos parámetros preconfigurados para Cura básicamente ralentizaron las cosas, por decirlo de una forma amable.
Tendrás la misma suerte si personalizas una configuración para adaptarla a tu filamento en particular. Poco de lo que vimos en las impresiones completadas sugiere que sean mucho mejores que los ajustes por defecto de Cura para las mismas alturas de capa.
Con el filamento TPU es donde probablemente querrás probar una máquina de extrusión directa. Por desgracia, precisamente con TPU tuvimos nuestro único problema real con la Kobra: un bloqueo. Tal vez otros ajustes de impresión no habrían provocado el problema que tuvimos, o tal vez sí. Se solucionó fácilmente cambiando el cabezal y el tubo de PTFE (la boquilla porque estaba atascada y bloqueada, y el tubo como medida de precaución contra futuros bloqueos).
Al utilizar los ajustes proporcionados por Anycubic, observamos una leve subextrusión en los cambios de capa en algunas de nuestras impresiones. Los modelos con esquinas afiladas que permiten ocultar las costuras de las capas no se ven tan afectados, pero en las impresiones más grandes, que no tienen dónde ocultar las imperfecciones de la superficie, se nota especialmente. Desactivar la configuración de "Coasting" en Cura mejoró este efecto, aunque, en contrapartida, generó granos (manchas) en la superficie. La activación de la opción "Retracción al cambiar de capa" (que está desactivada por defecto en la configuración de Anycubic), el aumento de la velocidad de retracción y la disminución de la retracción de 6 mm de Anycubic permitió mitigar este nuevo problema. Hemos comprobado que, claramente, es necesario un periodo de adaptación al modelo Kobra y a sus ajustes. Nuestro consejo anterior solo se aplica a Cura; puede que los valores predeterminados de otros programas de corte sean mejores de inicio.
El rendimiento del material es el esperado para un extrusor directo revestido de PTFE. Impresión correcta con materiales flexibles. No es compatible con materiales que requieran altas temperaturas. Dejando de lado la subextrusión ocasional, no tenemos ninguna queja respecto a la Kobra. La precisión dimensional es buena (cuando se ajustan los eSteps y el flujo) y las impresiones son uniformes (sin aberraciones antiestéticas o artefactos extraños en las superficies).
Durante nuestras diversas impresiones con la Kobra, observamos que la refrigeración de las piezas impresas parece ser uno de sus puntos fuertes. Cuenta con un único ventilador tipo Pancake que sopla desde detrás del hotend, pero creó un puente excelente en la impresión de prueba de Autodesk para Kickstarter, además de voladizos nítidos y limpios.
Para los modelos con voladizos escarpados, las capas adaptativas te serán de gran ayuda. Pero, en general, la Kobra parece hacer frente sin problemas a las características de impresión más exigentes.
Como casi todas las impresoras 3D de Anycubic a lo largo de los años, la Kobra cuenta con una gran pantalla táctil. En este caso, para acceder a la actual interfaz de usuario clara y luminosa de la marca. Los grandes iconos y la sencilla estructura de los menús no dejan lugar a dudas sobre dónde estás, qué estás haciendo y cómo conseguir realizar las funciones básicas de la impresora.
Existe una cierta incoherencia a la hora de introducir valores: para algunos se puede escribir el número, otros requieren toques repetidos en el signo positivo o negativo (sin que sea posible pulsar y mantener o realizar a un tiempo varias pulsaciones). El proceso de carga de filamento mediante la interfaz de usuario podría ser un poco más sencillo de usar, especialmente para aquellos usuarios que traten de afinar los ajustes de la impresora. En lugar de un control granular sobre el avance y la retracción del filamento en función de la distancia, tienes "encendido" o "apagado". O "parar". Se echa en falta cierta sofisticación.
Anycubic proporciona una copia de Ultimaker Cura 4.2.1 con la Kobra e instrucciones para crear una configuración de impresora que se ajuste a las dimensiones de esta, además de configuraciones de material para PLA, ABS y TPU. El proceso de importación y activación de estas configuraciones es un poco complicado, pero una vez introducidas, están disponibles como uno de los muchos ajustes de calidad de impresión en los menús desplegables para tu elección. Están bien, pero sin duda te decidirás a explorar ajustes más profundos para lograr propiedades específicas en tus impresiones.
¿Podríamos hacer desaparecer las tarjetas microSD, por favor?
Ya te lo imaginas, ¿no? La Anycubic Kobra utiliza una tarjeta microSD (también conocidas como tarjetas TF) para trasladar el código G que has cortado para imprimir desde tu ordenador a la impresora. Sí, son incómodas. Sí, es muy fácil colocarlas del revés y que se queden atascadas. Y sí, si se caen en una alfombra un poco tupida, puedes darlas por perdidas.
Estamos seguros de se trata de una cuestión de costes y de comodidad para el fabricante, pero las tarjetas microSD son un quebradero de cabeza para los usuarios. Que sepamos, no hay ninguna impresora del rango de precios de la Kobra que no utilice tarjetas microSD, así que esta no es una crítica directa a Anycubic. Pero ellos tampoco han optado por no utilizarlas, ¿verdad?
Anycubic nos ha lanzado luna bola curva con su modelo Kobra. Hacía tiempo que sabíamos que iba a llegar y, antes de tener ocasión de ponerle la vista encima, dimos por hecho que sería una especie de nuevo buque insignia.
Sin embargo, la impresora ante la cual nos encontramos era totalmente diferente. Es compacta, barata y, sobre todo, de plástico, pero con muchas funciones y de uso agradable. Aunque nuestra unidad de prueba necesitó un pequeño ajuste para solucionar algunos problemas menores, la calidad de impresión es impresionante. Algunos de los componentes del extrusor dejan que desear, pero poco más se puede pedir a una impresora de 255 €.
Ese es el quid de la cuestión: ¿menos de 300 € por una impresora de extrusión directa con la comodidad de una cama extraíble y flexible y un fiable nivelado de la cama de malla automático? Es una ganga.
Si no tienes una impresora 3D, y te sobran 300 € para comprar una, la Kobra debería estar en lo alto de tu lista. A pesar de que requiere un poco más de trabajo por parte del usuario, es un paso adelante respecto a la Ender 3 V2, la recomendación incondicional para (casi) este rango de precios. Nos preguntamos cuánto tiempo durarán sus componentes de plástico si se les da un uso intenso, pero suponemos que lo bueno es que son fácilmente reemplazables: un interesante 8 sobre 10. Te hará trabajar un poco, pero el conjunto ofrece un gran valor.
La Anycubic Kobra es una nueva impresora 3D de modelado por deposición fundida (FDM) de Anycubic, que cuenta con características de primera calidad a pesar de su ajustado precio.
El espacio de construcción de la Kobra, de 222 x 222 x 252 mm, es ligeramente superior a la media por un par de milímetros en todas las direcciones. Este espacio de construcción cuenta con una cama magnética flexible recubierta de PEI que ofrece una excelente adherencia para las impresiones con PLA y TPU. El PETG se adhiere muy bien, pero no está de más aplicar una capa de pegamento como interfaz para evitar una adherencia excesiva.
En este modelo no encontrarás mecanismos Bowden. La Kobra utiliza un extrusor directo de engranajes que recuerda vagamente al E3D Titan Aero. Algunas diferencias con este, sin embargo, son que el engranaje de accionamiento que muerde el filamento es un simple engranaje dentado, en lugar de un mecanismo más adaptado a la tarea, como un engranaje tipo "hobbed".
El engranaje reductor del extrusor es fuerte, pero no muy delicado. El filamento se funde en un hotend básico revestido de PTFE que admite boquillas del tipo E3D V6.
La Kobra no ofrece la posibilidad de nivelar la cama manualmente, lo que significa que todo el ajuste de la primera capa se realiza mediante lo que Anycubic llama LeviQ, una rutina de nivelación de la cama de malla basada en una sonda inductiva. No detectamos nada especialmente singular en ella. Cualquiera que esté familiarizado con la nivelación de la cama de malla en otras impresoras reconocerá el proceso en este modelo. Al ejecutar la rutina, el sistema traza 25 puntos en la cama y calcula cuánto se desvían. Estas desviaciones se compensan posteriormente en las primeras fases de las impresiones para lograr una primera capa lisa y uniforme.
La Kobra viene con Stallguard habilitado de serie, lo cual es inusual en este rango de precios, y muy de agradecer. ¡Es genial!
Brevemente, esto supone que la Kobra no utiliza un tope físico, óptico o cualquier otro tipo de tope para el ajuste de sus ejes X e Y. En su lugar, lanza el cabezal de impresión en esas direcciones y registra la resistencia cuando alcanza sus límites físicos, cortando el movimiento y reconociendo ese origen.
Es una característica de los accionadores de los motores paso a paso de la impresora (aunque no se indica explícitamente en ningún sitio, suponemos que son los Trinamic TMC2209). La mayoría de las impresoras baratas no utilizan estos accionadores de motores paso a paso en todo su potencial, pero este es un paso en esa dirección.
Esta característica nos tiene un poco divididos. La extrusión directa significa más masa en el cabezal de impresión, mayor potencial de resonancia y dificultad para mover las piezas. Es lógico pensar que un segundo motor para accionar el eje Z sería de ayuda, pero la Kobra lo ha omitido por completo. Imprimiendo hasta los límites de la máquina en el eje Z, no detectamos problemas por tener un solo motor, pero podrían surgir con el tiempo y el desgaste de la impresora.
Ojalá tuviéramos tanto talento como la gente que diseñó los modelos que imprimimos para realizar este análisis. A continuación, incluimos los enlaces a todos los modelos que aparecen en las fotografías de este artículo. Todo el mérito es de sus creadores:
Este año ha llegado al mercado un número vertiginoso de máquinas del tipo Ender 3 «mejoradas». Aquí tienes unas cuantas que se miden de tú a tú con la Anycubic Kobra.
Puede que la Mingda Magician X, a pesar de su nombre, no sea capaz de sacar un conejo de una chistera o de serrar a una glamurosa asistente por la mitad, pero sí ofrece extrusión directa de doble engranaje, nivelación automática de la cama y una impresión silenciosa gracias a los controladores de motor paso a paso TMC2209.
La Voxelab Aquila S2 no sigue del todo el patrón de la Kobra, ya que prescinde de la nivelación automática de la cama y, en cambio, ofrece una impresión a mayor temperatura (hasta 300 ℃). El resto de las especificaciones son prácticamente las mismas que las de la Kobra, pero el glamour de los filamentos más calientes, como el PC o el nailon, confiere a la S2 un atractivo innegable.
La elegante Ender 3 de Creality introduce la extrusión directa, los motores paso a paso dobles en el eje Z y toda una serie de otras primicias en la serie. Se trata de una máquina de alta calidad (mucho metal y componentes personalizados) pero es una alternativa cara.
Licencia: El texto del artículo "Anycubic Kobra: mejor impresora por menos de 300€" de All3DP está bajo una licencia de Atribución 4.0 CC BY 4.0..
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