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Facilidad de ensamblaje y uso, documentación adecuada online y offline y una buena calidad de impresión general son los aspectos que hemos tenido en cuenta a la hora de elegir una impresora 3D ideal para usuarios principiantes. Debe ser capaz de realizar buenas impresiones y no tiene que ser complicado familiarizarse con el proceso.
Tras incontables horas dedicadas a utilizar, imprimir y experimentar con una amplia selección de impresoras 3D de escritorio, seguidas de mucha investigación y profundas discusiones y debates entre el equipo editorial, finalmente hemos concluido nuestras recomendaciones sobre las mejores impresoras 3D para principiantes. Siga leyendo para conocer los detalles de las tres que recomendamos.
Cuando dé sus primeros pasos en la impresión 3D, querrá una máquina que sea razonablemente asequible, que vaya un poco más allá de lo básico en cuanto a características de comodidad y sistemas que garanticen el éxito de sus impresiones, que disponga de instrucciones claras, tenga un proceso de montaje sencillo (o ningún montaje) y, puestos a pedir, cuente con una comunidad grande y solidaria que le respalde y le ayude cuando se encuentre perdido.
El montaje de una impresora 3D para principiantes ha pasado de una caja de piezas e instrucciones complejas disponibles solo en comunidades online, pasando por máquinas semimontadas con unos pocos pasos e instrucciones algo inciertas, hasta las impresoras 3D totalmente montadas, casi como un electrodoméstico, tan populares hoy en día. Los mejores fabricantes disponen de wikis detalladas que responden a la mayoría de las preguntas que puedan surgir, pero una comunidad online activa aporta un valor adicional a la hora de ayudar a los novatos a navegar por este nuevo mundo, con consejos para la resolución de problemas y otras recomendaciones.
En general, querrá que su impresora 3D le ofrezca una experiencia fluida desde el primer día, que le permita empezar a imprimir con el mínimo esfuerzo. Tanto el hardware como el software juegan un papel importante en este sentido: una buena impresora 3D para principiantes debe eliminar la carga que supone la calibración al inicio del proceso y tener una interfaz funcional e intuitiva. El sondeo eficaz del cabezal, que elimina la carga de las primeras capas, y el amplio enfriamiento de las piezas, combinado con un software que facilite el ajuste de las velocidades de impresión y las compensaciones, son características ideales para los neófitos.
Las impresoras de esta lista no le garantizan un debut sin problemas en la impresión 3D, especialmente si busca la forma más barata de introducirse en esta tecnología, pero cuando tenemos amigos o familiares que quieren iniciarse en esta afición, estas son las máquinas que les recomendamos.
La A1 Mini de Bambu Lab fue toda una sorpresa en su lanzamiento. Las impresoras iniciales de la empresa abrieron el camino a una avalancha absoluta en el mercado de máquinas CoreXY de aspecto cúbico, por lo que una máquina de tipo voladizo y con cama deslizante parecía un paso atrás para algunos. Claramente, Bambu Lab había decidido que quería una verdadera oferta económica con la facilidad de uso tipo electrodoméstico patentada por la marca, y lo consiguió.
La A1 Mini de raíles lineales es pequeña, con un espacio de construcción de tan solo 180 x 180 x 180 mm, pero si les quita 76 mm a los modelos más grandes de Bambu Lab, obtiene una impresora 3D de pequeño formato repleta de la inteligencia de Bambu Lab por tan solo 199 €. Hablamos de una máquina que se autocalibrará, realizará actualizaciones inalámbricas y autodiagnosticará una serie de problemas, ofreciéndole como resultado un código de error que podrá consultar en la extensa wiki del fabricante. Todo ello sin dejar de ser una máquina pequeña y rápida que ofrece constantemente una calidad impresionante en sus piezas.
Si una palabra describe a la A1 Mini es «sencillez». Eso solo se consigue mediante el repositorio MakerWorld de Bambu Lab, que permite a los usuarios del fabricante imprimir con un solo clic, y lo hace sin código G precompilado que los actores maliciosos podrían utilizar para dañar a los usuarios finales. Los diseñadores simplemente proporcionan reglas de corte para sus modelos, pero el corte real se produce en la nube antes de descargarlo en su máquina y ponerse a trabajar.
De todos modos, los compradores potenciales deben ser conscientes de que esta máquina no está tan pulida como otras de la marca: la interfaz es un poco lenta y presenta algunos errores menores, e incluso encontrará alguna que otra palabra mal escrita. Son cosas ante las que no habríamos pestañeado si se tratara de otros fabricantes, pero que nos pillan desprevenidos viniendo de Bambu.
De todos modos, se trata de inconvenientes menores que bien vale la pena soportar por el ahorro y la variedad de cómodas funcionalidades que ofrece la máquina. Entre estas funcionalidades, se cuentan una cámara de alta calidad para la supervisión remota, un limpiador de cabezales verdaderamente concienzudo y (quizás lo más importante) un hotend que se puede intercambiar sin necesidad de utilizar herramientas, lo que convierte en una tarea trivial el cambio de cabezales para generar impresiones rápidas o muy detalladas. Por si esto no fuera suficiente, también es compatible con AMS Lite de Bambu Lab: un sistema automático de materiales que permite a los usuarios imprimir con hasta cuatro materiales para obtener impresionantes creaciones multimaterial (lamentablemente, este sistema no admite materiales flexibles como el TPU).
En resumen, la A1 Mini de Bambu Lab es la impresora 3D ideal para principiantes y una máquina que hemos recomendado a amigos que se inician en esta afición.
Si busca un sistema sin florituras para sumergirse en la impresión 3D por el menor coste posible, esta impresora responde a sus deseos. Por unos 160 €, puede hacerse con una impresora 3D para principiantes de Kingroon con una excelente presencia: la KP3S 3.0. Kingroon no es un nombre muy conocido en la impresión 3D, pero sus asequibles y discretas impresoras 3D, que ofrecen conjuntos de hardware únicos, se han convertido en unas de las favoritas de la comunidad.
La serie KP3S se compone de sistemas en voladizo y de raíles lineales con espacios de construcción de 180 x 180 x 180 mm. Los raíles lineales suelen considerarse sistemas de movimiento más fiables y duraderos que las ruedas de ranura en V, más típicas, pero requieren más mantenimiento en forma de reaplicación de lubricante. Estas máquinas pueden ser bastante caras, por eso es tan sorprendente verlas a precios tan bajos. Sin embargo, eso no significa que el mantenimiento sea especialmente exigente. Se trata de un proceso fácil y ocasional (incluso para un principiante) que permite mantener en buen estado un sistema de movimiento de calidad.
Cabe destacar que la KP3S 3.0 es la única impresora de esta lista que requiere cierto montaje, ya que viene embalada con el eje X y la base desmontados, y el tornillo guía guardado de forma segura en un tubo protector. El montaje es sencillo, con instrucciones ilustradas que deberían facilitar la tarea a cualquiera que se aventure a montar una impresora 3D por primera vez. La impresora presenta algunas otras peculiaridades, en su mayoría relacionadas con los topes finales, pero nada que no pueda remediarse con unos simples ajustes. Esto se traduce en una cantidad de implicación y aprendizaje que creemos bien justificados por el razonable precio de la máquina. Consulte nuestro análisis de la Kingroon KP3S 3.0 para conocer todos los detalles al respecto y alguna que otra solución.
La serie KP3S de Kingroon se compone de cuatro modelos, el más asequible de los cuales es el KP3S 3.0, con un precio de unos 160 €. Dispone de raíles lineales en los ejes X e Y, un extrusor directo tipo Titan y una pequeña pantalla táctil integrada en la base. En nuestras pruebas, comprobamos que la KP3S 3.0 ofrece grandes resultados de impresión con cualquier material. Por desgracia, también es la única KP3S con una fuente de alimentación externa, lo que puede hacerla engorrosa si desea un sistema que pueda sacar y guardar fácilmente. Sin embargo, si tiene previsto que la máquina permanezca en un único lugar, este modelo no le ocupará mucho espacio, ya que sus dimensiones externas son de tan solo 280 x 285 x 370 mm. Además, existe un montón de diseños de la comunidad para ocultar la fuente de alimentación externa bajo una base impresa en 3D.
Hablando de accesorios, una de nuestras características favoritas de la KP3S 3.0 es la gran cantidad de mejoras disponibles, tanto creadas por Kingroon como por la comunidad. Los usuarios pueden actualizar fácilmente el extrusor directo incluido para que sea totalmente metálico con los disyuntores térmicos de acero inoxidable o titanio de Kingroon, lo que permite liberar filamento de alta temperatura. También pueden sustituir la superficie de impresión magnética incluida en la máquina, que está lejos de resultar ideal. Incluso es posible acoplar un grabador láser de 1,6 W (aunque aconsejaríamos precaución al utilizar un láser en un sistema no cerrado como la serie KP3S; preferentemente, se debería evitar).
Se trata de una impresora fiable, disponible por un precio asequible, con un interesante hardware, una vía de actualización sencilla y una entusiasta comunidad, lo que la convierte en una excelente elección como primera impresora 3D.
Si puede estirar su presupuesto un poco más y quiere la mejor experiencia de impresión 3D para principiantes disponible en el mercado, no deje de fijarse en la Bambu Lab P1P. No es barata en comparación con nuestras otras elecciones, ya que cuesta 499 €. Sin embargo, se trata de un sistema estelar con características mucho más allá de lo que encontrará en una impresora 3D para principiantes promedio, por no hablar de su cinemática CoreXY.
La P1P cuenta con un espacio de construcción de 256 x 256 x 256 mm y un extrusor directo de doble engranaje. Su cama de impresión es una lámina de acero para muelles magnética y texturizada, que puede retirarse fácilmente para extraer las impresiones acabadas, e incluye un sistema de purga que expulsa el material por la parte posterior.
Este detalle es importante porque la P1P es compatible con el sistema automático de materiales (AMS) de Bambu Lab, que permite imprimir con hasta cuatro materiales en el mismo trabajo. Las unidades AMS también pueden concatenarse para ofrecer la friolera de 16 materiales. Cada unidad AMS constituye un complemento adicional, que le costará aproximadamente 360 €, pero se trata de una opción muy interesante a largo plazo, cuando empiece a suspirar por poder crear una de las maravillosas impresiones multicolor que vea por ahí. Si probablemente acabará adquiriendo el sistema AMS de todos modos, merece la pena señalar que el combo P1S+AMS tiene un precio similar al de la P1P y el AMS comprados individualmente.
Aunque la P1P se suministra con una estructura abierta, tiene la singularidad de poder personalizarse con una serie de paneles laterales decorativos que permiten modificarla a su gusto o añadir funcionalidades adicionales, como un tablero con clavijas para herramientas.
La P1P cuenta con rutinas automatizadas de nivelación de la cama y compensación de vibraciones, lo que hace viable la mejor característica de la P1P: velocidades de impresión que alcanzan los 500 mm/s (según Bambu Lab).
El mayor «pero» de este modelo P1P es su pantalla, que se ve muy anticuada. Sin embargo, con la conexión de red y el excelente software de acompañamiento tanto en dispositivos móviles como en ordenadores, hay pocas razones para molestarse en usar esa especie de reproductor de MP3 del año 2000 que viene incorporado en la máquina. De hecho, si tiene algún problema mientras utiliza la P1P, puede enviar un ticket de asistencia directamente a través de la aplicación complementaria, lo que le ahorra la molestia de buscar una dirección de correo electrónico de asistencia o de intentar entenderse con un chatbot.
No es casualidad que la P1P haya sido nuestra elección como mejor impresora 3D de menos de 1 000 €, solo superada por su hermana de estructura cerrada, pero ligeramente más cara, la P1S. Las funciones avanzadas de la P1P y su suave funcionamiento la hacen ideal tanto para principiantes como para veteranos de la impresión 3D.
Con la evolución del mercado y de las opciones disponibles en él, hemos tenido que reconsiderar cómo influye el precio en los creadores a la hora de elegir su primera impresora 3D. Finalmente, hemos decidido que una lista de las mejores impresoras 3D para principiantes es más eficaz si presenta una experiencia simplificada con un gran énfasis en las máquinas de bajo coste para reducir las barreras de acceso a esta tecnología. Si el dinero no es problema y quiere lo mejor de lo mejor, puede que le resulten más interesantes otras listas más generales.
Si eso es lo que busca, hay otras opciones más caras de Bambu Lab que mejoran la experiencia de impresión, más incluso que la excelente P1P. Por solo 100 € más, la P1S de Bambu Lab, de estructura cerrada, mejora las capacidades de impresión de la P1P al permitir un rendimiento fiable con materiales sensibles a la temperatura como el ABS. Por su parte, la X1-Carbon (considerablemente más cara) añade una interfaz de usuario con pantalla táctil mucho mejor, un cabezal de acero endurecido de mayor calidad así como otras mejoras en términos de comodidad.
Por otro lado, si la A1 Mini se acerca a lo que busca, pero es demasiado pequeña, considere la A1 de Bambu Lab. Este modelo ofrece una cama deslizante con cabezal cartesiano XZ que funciona tan bien como cabe de esperar de Bambu Lab. Con un precio de 339 €, se sitúa en un punto intermedio entre la A1 Mini y la P1P, por lo que es ideal para satisfacer ciertas preferencias personales en cuanto a coste y tamaño. Y si le interesa la posibilidad de imprimir con varios materiales, su combo con el sistema AMS Lite cuesta lo mismo que el precio de la P1P sola.
La nueva Ender 3 V3 SE fue un verdadero contendiente en la pugna por convertirse en nuestra mejor elección. Cuesta solo 159 € y ofrece una cama deslizante fija, nivelación y desplazamiento automáticos y motores de doble eje Z: una impresora muy accesible con las características modernas más esenciales. Creality también está avanzando en sus esfuerzos por crear una experiencia de impresión sin fisuras mediante Creality Print y Creality Cloud, algo a lo que la V3 SE renuncia en gran medida debido a su falta de wifi y Ethernet. También experimentamos algunos contratiempos extraños con la nivelación de la V3 SE que nos obligaron a recurrir a la solución de restablecer los valores de fábrica de la impresora. De todos modos, al tratarse de una Ender 3, la máquina se presta más a los retoques y se beneficia de una gran cantidad de consejos y modificaciones, aunque no todos se aplican a este modelo. Si su idea es remangarse y modificar la impresora con sus propias manos, debe considerar este modelo por delante de los modelos de Bambu, más tipo electrodoméstico.
A la hora de redactar esta lista, también hemos tenido en cuenta la nueva Original Prusa MK4. La detallada documentación de Prusa no tiene comparación, y su nuevo Nextruder crea siempre primeras capas perfectas, eliminando de la ecuación una de las curvas de aprendizaje iniciales más exigentes para los futuros impresores. Aunque el proceso es laborioso, la MK4 es también una de las únicas impresoras 3D modernas disponibles en forma de verdadero kit, en el que los usuarios construyen su impresora 3D a partir de una caja de piezas. No hay mejor manera de conocer a fondo el funcionamiento de una impresora 3D que montándola usted mismo, y se ahorrará unos 300 € sobre el precio de la MK4 premontada. Desgraciadamente, la MK4 sigue siendo muy cara, 1 199 € (premontada), y llega en un momento en el que las camas deslizantes están pasando de moda. Sigue siendo una opción incondicional, pero su particular posición, con un pie anclado en el pasado, aunque buena para algunos, hace que quede excluida de muchas listas, incluida la nuestra.
Prusa también ofrece la Original Prusa Mini+, una impresora 3D de voladizo, a un precio inferior. Aunque está un poco anticuada, el sistema sigue recibiendo actualizaciones que añaden nuevas funciones y, recientemente, ha incorporado un moldeado de entrada que permite una impresión mucho más rápida. Cuenta con el excelente soporte y documentación de Prusa, produce impresiones fantásticas y es muy fácil de usar. Sin embargo, entre los problemas asociados con su sistema de extrusión Bowden y su precio de 459 €, algo elevado para una máquina distribuida en forma de kit, se queda un poco rezagada respecto a los estándares actuales.
Nuestra anterior mejor elección, la Sovol SV06, es, básicamente, una Original Prusa MK3S+ a un precio de aproximadamente 180 €. Como tal, se beneficia de gran parte del conocimiento asociado al sistema en el que se basa (una de las impresoras 3D más populares que ha habido) y ha recibido grandes elogios por derecho propio. De todos modos, al igual que el sistema en el que se basa, ha sido superada en simplicidad y prestaciones adicionales por otras máquinas del mismo precio.
Si algo hemos aprendido analizando gran cantidad de impresoras 3D es que intentar compararlas en un amplio abanico de aspectos es poco práctico para hacerse una idea de cómo es el uso y la experiencia con cada una. Si intenta comparar una impresora autoensamblada de menos de 200 € para aficionados con una máquina para producción de 6 000 € diseñada para manejar materiales de ingeniería, puede que no descubra que quizás la primera sea muy fácil de instalar y que la segunda suponga una enrevesada maraña de actualizaciones de firmware, sistemas inestables y un rendimiento poco fiable.
Por eso pedimos a nuestros redactores que vayan al grano. ¿Cómo es el uso de la impresora? ¿Qué funcionalidades y características la definen? ¿En qué consiste su mantenimiento? Y, lo que sería más importante, ¿vale la pena? No queremos estancarnos en cifras fuera de contexto ni obsesionarnos con cuestiones afectadas por más variables de las que podemos controlar.
Nuestras reseñas tienen como objetivo al usuario final de una impresora 3D. Imaginamos lo que es probable que hagan con ella y centramos las pruebas en esos desafíos. Si tenemos una impresora de gran volumen, por ejemplo, imprimiremos (¡oh, sorpresa!) impresiones de gran tamaño que hagan uso de la cama completa y que nos permitan comprobar el rendimiento en el límite de la altura Z.
También consideramos otros criterios generales a la hora de valorar cuáles son las mejores impresoras 3D, como la facilidad de uso, los programas de software compatibles o las opciones disponibles para la resolución de problemas. Si algo va mal, ¿es fácil reparar la máquina? ¿La documentación o el servicio de atención al cliente proporcionan información adecuada?
Nos esforzamos por responder a todas estas preguntas en nuestro intento por encontrar la mejor impresora 3D para usted.
La confianza es importante para All3DP, por lo que la política que aplicamos al realizar nuestros análisis es estricta. Obtenemos productos para su revisión de dos maneras: solicitando una unidad en préstamo o comprándola directamente.
Si un fabricante no reclama la unidad una vez finalizado el análisis, se dona a una causa local o se almacena para su posterior eliminación responsable. Las máquinas compradas por All3DP permanecen en la oficina para uso del equipo o son donadas o eliminadas de la manera descrita anteriormente.
Los fabricantes o benefactores que donan unidades para su análisis no influyen en el resultado o contenido de nuestras reseñas. La primera vez que tienen acceso a ellas es cuando las publicamos para nuestros lectores. En la medida de nuestras posibilidades, consultamos las dudas y problemas con el fabricante, para obtener un mejor contexto, y para saber si tienen constancia de una determinada circunstancia o problema, y si existe alguna hoja de ruta para solucionarlo sobre la que podamos informar al lector.
Para poder ofrecer nuestros contenidos sin coste alguno para el lector, obtenemos rentabilidad de ellos de varias maneras. Entre ellas se incluyen los enlaces a productos afiliados. Si hace clic en un enlace de compra y realiza una compra, podemos percibir una pequeña comisión por parte del comerciante. Si desea conocer más detalles sobe esta práctica, encontrará una sección sobre publicidad y actividades comerciales en nuestras condiciones de uso.
La impresora 3D que hemos elegido como principal recomendación seguro que responde a las necesidades de la mayoría de usuarios; al fin y al cabo, ser un todo terreno es uno de los motivos por los que la hemos escogido.
Pero, como es sabido que, cuando hablamos de impresión 3D doméstica, no existe una única solución que satisfaga a todos, estamos aquí para ayudarle. Aquí tiene algunas indicaciones para orientarle en este terminológicamente denso, pero maravilloso, mundo. (Hablando de terminología, al final de este artículo encontrará un práctico glosario de palabras clave).
Muchas impresoras 3D que se presentan como para principiantes o para niños llegan a tales extremos para «mimar» al usuario, que rápidamente se convierten en experiencias claustrofóbicas que ofrecen más limitaciones que posibilidades a medida que la experiencia de su propietario aumenta. Si las características específicas que ofrece una impresora 3D para principiantes no se adaptan exactamente a usted, le recomendamos que opte por una impresora económica. Ahorrará algo de dinero y tendrá ocasión de aprender mucho más de su experiencia. Y si algo sale mal, la vasta tribu online que se articula alrededor de cada impresora ya conoce todas las preguntas y respuestas posibles.
Si bien la calidad general de las impresoras 3D baratas ha mejorado drásticamente en los últimos años, su nivel de control sobre la calidad a veces puede resultar insuficiente. Aquellos fabricantes con una base de usuarios más amplia (como Creality y Anycubic) se están adaptando para satisfacer las demandas de sus nuevos fans, incluyendo un mejor soporte al cliente. Además, los propios propietarios contribuyen a la enorme base de conocimientos online. Hoy en día, no queda piedra sin remover para resolver los problemas de las principales impresoras 3D baratas.
Pocas publicaciones alcanzan nuestro nivel de compromiso a la hora de experimentar con las impresoras del momento. No tenemos ninguna obligación con los fabricantes, por lo que no necesitamos «maquillar» nuestros hallazgos, que llegan a sus manos al mismo tiempo que a las de usted. Si no encuentra el análisis de una máquina sobre la que le gustaría saber más, contacte con nosotros en editors@all3dp.com.
La compra de una impresora 3D doméstica muy raramente constituye una inversión «sin añadidos». Además de tener que comprar continuamente materiales para imprimir sus piezas, existen costes de mantenimiento asociados a las partes perecederas de la impresora, como los cabezales en el caso de las impresoras de modelado por deposición fundida (FDM), o la película de FEP en el caso de un equipo de estereolitografía enmascarada (MSLA). Al margen de esto, siempre hay piezas que se desgastan o se rompen, lo que significa que no estaría de más que le hiciera con repuestos si tiene previsto imprimir a largo plazo. Siempre resultará más fácil conseguir piezas de repuesto para aquellas impresoras con raíces en el movimiento RepRap y con diseños de código abierto, ya que el uso de componentes estándar que se pueden adquirir directamente forma parte del propio espíritu de su diseño. Las impresoras que se venden con todos los componentes y destinadas a los principiantes pueden ofrecer la introducción más suave al mundo de la impresión, pero probablemente después resulte mucho más difícil conseguir piezas de repuesto para ellas. Eso contando con que logre averiguar de dónde procede el problema.
La emoción de una nueva afición es efímera. No hay que olvidar que estamos hablando de la «domesticación» de un proceso de fabricación complicado por naturaleza, así que es de suponer que, antes o después, surgirán problemas con su impresora 3D de escritorio, que incluso pueden provocar que deje de funcionar. Tener un objetivo final en mente para su impresión le motiva para descubrir las soluciones a los problemas y le impulsa a seguir adelante. Imprimir simplemente porque «mola» acabará dando como resultado un montón de pegotes inútiles y provocando el desinterés, alimentado por los costes, la frustración y la generación de residuos.
La gran mayoría de las impresoras 3D domésticas son máquinas de modelado por deposición fundida (FDM) de extrusión única, es decir, que trabajan con un único material imprimible extrudido a través de un único cabezal. Suficientemente versátiles para adaptarse a numerosas aplicaciones por su compatibilidad con distintos materiales, suelen ser un tipo de máquinas seguras para empezar. Pero si sabe que necesitará imprimir objetos con geometrías complejas o volúmenes semicerrados, lo más probable es que una impresora de doble extrusión le facilite mucho el trabajo. De la misma manera, aquellos objetos individuales que necesiten tener diferentes propiedades materiales solo se podrán lograr mediante la doble extrusión. Si quiere imprimir miniaturas de gran detalle, una impresora de resina será la opción a elegir. Debe comprender las distintas técnicas para dar con aquella impresora que mejor se adapte a sus necesidades.
La tecnología y materiales de tu impresora se pueden esparcir a su alrededor de numerosas formas. Aunque las impresoras 3D de modelado por deposición fundida (FDM) suelen variar mucho de tamaño, el derrame de restos a su alrededor es pequeño. Sin embargo las emisiones que emanan de la fusión de los filamentos hacen que no sea recomendable pasar periodos prolongados cerca de la máquina en funcionamiento. Dependiendo de los modelos que imprima, la limpieza será reducida y relativamente sencilla.
La impresión en 3D de resina, sin embargo, es drásticamente diferente e implica necesidades únicas que deberían hacerle pensárselo dos veces antes de invertir en esta tecnología. La resina, en mayor o menor grado, huele mal, y puede ser incluso nociva para la salud, además de dañina en contacto prolongado con la piel y altamente contaminante para el medio ambiente. Por tanto, requiere estaciones de limpieza especializadas y equipamiento de protección para el operador. Normalmente se necesita isopropanol al 95% o superior para limpiar las impresiones y disolver la resina no curada de las superficies.
Todas las impresoras se deben utilizar en espacios bien ventilados, pero especialmente las impresoras 3D de resina.
Aunque muchas impresoras 3D excelentes han conseguido su gran oportunidad en Kickstarter, existe el problema inevitable de que la plataforma no es, estrictamente hablando, una tienda. Cuando aporta dinero a una campaña en Kickstarter, no está comprando una impresora, está apoyando una visión. Están poniendo dinero en el bote para ayudar a una empresa o persona que intenta conseguir algo.
Si un proyecto se gestiona muy mal y el dinero desaparece, no recibe nada a cambio. A menudo lo que obtiene es la versión beta del producto. Está pagando por el acceso anticipado y, por tanto, por todas las imperfecciones que se irán limando durante las distintas fases del producto.
Cada vez son más las empresas de renombre que recurren a Kickstarter para lanzar nuevos productos, aprovechando las ventajas de marketing que se obtienen con una campaña de gran repercusión. Podría decirse que en eso consiste Kickstarter hoy en día. A pesar de que las empresas tienen la capacidad de lanzar sus productos, recurren a los usuarios con la promesa de una nueva y brillante tecnología. No le recomendamos que seas uno de esos usuarios, a menos que necesite absolutamente ser el primero en usar un producto y disponga de dinero que pueda permitirse perder.
No creemos que merezca la pena correr el riesgo, pero, en aras de los nuevos desarrollos tecnológicos, informamos sobre las nuevas campañas mediante nuestra cobertura de noticias. Nunca verá una impresora 3D de Kickstarter en nuestras guías de compra a menos que se haya completado la campaña y la impresora esté disponible para su venta minorista, con toda la protección que implica la compra en tienda.
En el pasado, hemos incluido aquí la lista de las que se podrían considerar impresoras 3D «profesionales». De hecho, se trata de aquellas impresoras adecuadas para empresas que pueden invertir algo más de capital que el típico creativo particular.
Conscientes de la imprecisión, hemos decidido aplicar una nueva división. El artículo anterior se centra más en aquellas máquinas que puede que quiera usar en casa, mientras que aquellas impresoras más orientadas a un uso empresarial han encontrado su lugar en nuestra nueva y flamante sección Profesional. Le recomendamos que empiece por las Mejores impresoras para uso empresarial. Para obtener una visión general del entorno de las impresoras 3D para uso empresarial, asegúrese de echar un vistazo a nuestra sección All3DP Profesional.
Elegir la mejor impresora 3D es complicado, entre otras cosas porque la terminología que rodea a la impresión 3D es densa. Aquí tiene algunos términos que debe conocer, sus explicaciones y enlaces útiles que le ayudarán en su camino hacia el dominio de la impresión 3D.
FDM: La tecnología de modelado por deposición fundida, comúnmente conocida como FDM, es un proceso de impresión 3D en que el material termoplástico calentado se extrude a través de un cabezal móvil para construir un objeto capa por capa. FDM es un término de marca registrada, lo que llevó al movimiento de código abierto RepRap a acuñar el concepto alternativo «fabricación con filamento fundido» (FFF), pero ambos son intercambiables.
Filamento: Es el material básico utilizado para imprimir objetos en 3D con tecnología FDM. El filamento suele ser un termoplástico sólido que se introduce en un cabezal de impresión, se calienta hasta su punto de fusión y se extrude a través de una pequeña boquilla. El filamento suele estar disponible en bobinas de 1,75 mm, 2,85 mm o 3 mm de diámetro, dimensiones que determinan las impresoras que pueden utilizarlo.
Código G: El código G es el lenguaje de máquina utilizado para dar instrucciones a herramientas informáticas como las impresoras 3D. Este código, que proporciona coordenadas e instrucciones para los cabezales de las herramientas y otras funciones no relacionadas con el movimiento, es generado casi exclusivamente por los programas de corte, o slicers. Comprende una biblioteca de comandos para controlar acciones específicas como el movimiento, la velocidad, la rotación, la profundidad y otros interruptores y sensores relacionados que se utilizan en el funcionamiento de una máquina. Puede familiarizarse con el código G en un abrir y cerrar de ojos con nuestra guía de comandos de código G.
Cama caliente: Es la cama de impresión sobre la que se imprime el modelo. Como se calienta, evita que las capas extrudidas se enfríen demasiado rápido y se retraigan. Es esencial disponer de una cama caliente cuando se imprime con materiales como ABS o PETG, pero no tanto en el caso del PLA.
Hotend: Es el conjunto de componentes que calientan y funden el plástico para su deposición a través del cabezal.
Extrusor: Utilizado por algunos para describir todo el sistema de piezas que empuja y funde el filamento, el término extrusor también puede referirse específicamente al motor y los engranajes que lo acompañan, que agarran el filamento y lo hacen pasar por el hotend. La disposición del extrusor puede afectar a la impresora y a sus funcionalidades. Existen dos disposiciones comunes: Bowden y directa. Es un tema lioso, con términos y explicaciones técnicas que se solapan. Afortunadamente, nuestra guía sobre extrusores para impresoras 3D le ofrece todos los conocimientos necesarios para darle sentido.
Bowden: Un estilo de extrusor en el que el motor se sitúa lejos del hotend, normalmente en el marco estructural de la impresora o en un extremo del pórtico del eje X. Se denomina así por el cable Bowden y su efecto, que permite que el hilo se mueva libremente dentro de un tubo muy estrecho. El extrusor Bowden impulsa el filamento a través de un tubo de PTFE directamente hasta el hotend.
Extrusor directo: El otro tipo de extrusor que encontramos comúnmente es el extrusor directo. En este caso, el motor del extrusor y el mecanismo de alimentación asociado están montados directamente en el hotend, sin apenas distancia entre la alimentación y la zona de fusión del hotend.
Doble extrusión: Algunas impresoras 3D incorporan dos extrusores o hotends, lo que permite incorporar múltiples colores o materiales en el mismo trabajo de impresión. Mientras que el atractivo obvio viene de la posibilidad de crear impresiones decorativas en dos tonos, el beneficio real de los sistemas de doble extrusión es la combinación de diferentes materiales. Por ejemplo, permite el uso de materiales solubles para la creación de soportes, lo cual facilita la impresión de geometrías que, de otro modo, serían imposibles. Se trata de un tema muy amplio, que merece la pena explorar más a fondo en nuestra guía sobre todo lo que necesita saber acerca de la doble extrusión.
PLA: El ácido poliláctico, también conocido como PLA, es un termoplástico utilizado habitualmente como material para imprimir con impresoras 3D de modelado por deposición fundida (FDM). Es fácil de trabajar y está disponible en muchos colores y acabados. El PLA es algo frágil (no espere imprimir objetos resistentes con él) pero sigue siendo popular para la impresión decorativa gracias a su bajo coste. Puede obtener más información sobre el PLA en nuestra guía dedicada al tema.
SLA: La estereolitografía es una tecnología de impresión 3D que se engloba dentro del proceso más amplio de fotopolimerización en tanque. El término se utiliza a menudo (incorrectamente) para describir todos los métodos de polimerización en tanque; en realidad, se trata de una tecnología concreta que utiliza un rayo láser dirigido para trazar capas en una cuba de resina fotopolímera líquida. Además de la SLA, existen otras tecnologías de polimerización en tanque.
Resina: Es el material utilizado en impresoras 3D de escritorio que aplican las técnicas de la estereolitografía (SLA), el procesamiento digital de luz (DLP) y la estereolitografía enmascarada con LCD (MSLA). Se trata de una mezcla de productos químicos que incluye un fotoiniciador y que se solidifica bajo la luz ultravioleta. Es altamente tóxica y difícil de limpiar cuando se derrama, por lo que se requiere un especial cuidado y atención cuando se trabaja con resina. Por lo general, es bastante desagradable y los desechos se deben eliminar de acuerdo con la legislación local. Aun así, es el material de impresión preferido para impresiones muy detalladas e intrincadas.
Impresora 3D LCD: Término común para las impresoras 3D de resina que utilizan una pantalla LCD como una capa que enmascara la luz ultravioleta. Se trata del estándar de facto en las impresoras 3D de resina baratas, ya que es una tecnología barata y ampliamente utilizada. Sin embargo, los paneles LCD son consumibles: en 2022, los LCD monocromo tenían una vida útil de unas 2 000 horas.
MSLA: El concepto de estereolitografía enmascarada, o MSLA, es un término acuñado por Structo, aunque popularizado por Prusa Research. Se refiere, básicamente, a una impresora 3D de LCD, como se ha descrito anteriormente.
Micrón: Una milésima de milímetro. Se suele usar en la impresión 3D para describir la precisión, la resolución o el acabado de la superficie.
Slicer o programa de corte: En la impresión 3D, los objetos se van creando a base de capas. Un programa de corte, o slicer, es un programa que divide un modelo 3D en capas planas y genera el código de máquina para que la impresora trace dichas capas. El formato de salida de un slicer para impresoras 3D de FDM suele ser el código G, que da instrucciones y coordenadas para que la impresora las ejecute. Nuestro artículo, que explica en profundidad qué es exactamente un programa de corte, le proporcionará un buen conocimiento de base. Muchos programas de corte populares son gratuitos y de código abierto. Otros son de propiedad y específicos de máquinas concretas. Se trata de una herramienta esencial para imprimir en 3D con éxito.
STL: Es el formato de archivo más popular en la impresión 3D. Desarrollado por 3D Systems en los años 80, el tipo de archivo STL solo contiene la geometría de la superficie de un objeto 3D. A pesar de los esfuerzos del sector para pasar a formatos más eficientes y ricos en datos, como 3mf, el formato STL perdura y es el tipo de archivo de modelo 3D que más comúnmente se encuentra en los repositorios de archivos de modelos 3D más populares. Si quiere más detalles, los encontrará en nuestra guía sobre qué es exactamente el STL.
Código abierto: Término asociado a un producto, habitualmente de software (pero también se puede aplicar al hardware), que está disponible de forma abierta y libre para que otros lo modifiquen y redistribuyan según sus necesidades. En el ámbito de la impresión 3D, esto suele entenderse en el sentido de que las personas son libres de modificar, mejorar y compartir los cambios en el material de origen para que otros lo prueben, creen iteraciones y las compartan también. Las licencias de código abierto rigen el uso justo y correcto de los trabajos de código abierto, estableciendo términos y condiciones que garantizan la libertad de acceso a las creaciones y a sus derivados.
RepRap: Un proyecto iniciado en 2005 por el Dr. Adrian Bowyer, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Bath, en el Reino Unido. El objetivo del proyecto era desarrollar un prototipo rápido de réplica, una máquina de bajo coste capaz de imprimir piezas de repuesto para sí misma u otras máquinas nuevas. La gran mayoría de las impresoras 3D de escritorio tal y como las conocemos hoy en día tienen su origen en el trabajo realizado por el proyecto RepRap. Tenemos una fascinante página wiki alternativa sobre RepRap, si quiere profundizar más en el tema.
Licencia: El texto del artículo "Las mejores impresoras 3D para principiantes" de All3DP está bajo una licencia de Atribución 4.0 CC BY 4.0..
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