Parece que las cosas se están acelerando en el mercado de la estereolitografía enmascarada (MSLA). Solo unos pocos meses después de que el fabricante taiwanés Phrozen introdujera su impresora profesional de alta velocidad, la Phrozen Sonic, ahora entra en escena la nueva Sonic Mini.
Aunque se parece un poco a la Phrozen Shuffle Lite, el producto de la empresa en la gama de MSLA de bajo presupuesto, no dejes que las similitudes te engañen: se trata de máquinas muy diferentes. Con una velocidad de impresión verdaderamente sorprendente (puede llegar a imprimir cinco centímetros por hora en condiciones óptimas), este modelo tiene potencial para transformar a lo grande la parte inferior del mercado. ¿Que por qué? Pues porque es igual de barata, si no más, que sus principales competidoras.
Te recomendamos que sigas leyendo si quieres conocer todos los detalles de la Phrozen Sonic Mini, elegida por nuestros editores como Mejor impresora de resina barata para la primavera de 2020.
Phrozen ha logrado batear fuera del campo con la Sonic Mini. Es más barata que la mayoría de sus competidoras (se lanzó al mercado por aproximadamente 185€, y, aunque el precio ha ido subido paulatinamente, sigue siendo una impresora 3D de gran valor), y resulta igual de fácil de configurar y de usar. Sobre el papel y en términos objetivos, la resolución de sus impresiones es peor que la de sus homólogas, pero nos atrevemos a afirmar que pocos usuarios notarán la diferencia. Y, para colmo, imprime mucho más rápido que las demás.
Además del nombre, la Phrozen Sonic Mini también comparte la tecnología de pantalla LCD monocromo de su hermana mayor, la Phrozen Sonic. Especial por su capacidad de dejar pasar mucha más luz que los paneles LCD que se encuentran en las impresoras de resina de la competencia, el resultado es una impresora 3D de resina que puede curar una capa en menos de dos segundos.
La Sonic Mini se lanzó al mercado a principios de este año por el irrisorio precio de 199 dólares (aprox. 185 €), por debajo del de la mayoría de (si no de todas) sus rivales y ofreciendo al mismo tiempo una gran ventaja: imprimir mucho, mucho más rápido, lo que es bastante inaudito en un mercado repleto de impresoras que se diferencian por el estilo, más que por la esencia y las capacidades.
Para poder ofrecer un precio tan bajo, está claro que había que ahorrar costes, ¡aunque fuera recortando las esquinas! Lo cierto es que, echando un vistazo a la máquina, se ve claramente de dónde proceden algunos de los recortes, lo cual no es una mala noticia.
Para empezar, la estructura es un armazón modelado por inyección, fácil y barato de producir en serie. Aunque carece de la robustez característica de las anteriores máquinas de metal estampado de Phrozen, la ligera Sonic Mini conserva algo de peso en su base, evitando el riesgo de volcar mediante un centro de gravedad bajo.
Por lo demás, el otro gran ahorro evidente a la vista es el uso de un tanque de resina modelado por inyección, en lugar del típico de metal fresado. Estilísticamente, nos encanta la pincelada de color que el nuevo tanque, chillón y semitransparente, aporta a la impresora. Reemplazar las láminas de FEP a medida que se desgasten resultará un proceso familiar, ya que la placa metálica tensora típica de los tanques de resina de FEP de las impresoras de escritorio sigue presente en el innovador tanque de la Sonic Mini.
Sin embargo, lo que no se ha sacrificado en aras de este giro hacia la parte baja del mercado es el ensamblaje del eje Z. Ahí, la armadura de la placa de impresión sube por un tornillo guía sostenido por un riel lineal. Es todo solidez, y, tras numerosas impresiones, no hemos notado nada que sugiera que la acción de imprimir o la calidad de la misma tenga nada que envidiar al resto de las numerosas impresoras de estereolitografía enmascarada de escritorio baratas actuales.
Y, haciendo funcionar la maquinaria de la Phrozen Sonic Mini, encontramos una placa ChiTu, lo que significa que la experiencia general del usuario es sencilla y efectiva. La interfaz de usuario es de la marca Phrozen, pero reconocible como ChiTu, lo que significa que tienes al alcance de la mano los controles principales y no hay una maraña de funciones que te distraiga.
La preparación de la impresión se realiza mediante una versión actual de ChiTuBox, que te ofrece todas las funciones necesarias para orientar la pieza, crear soportes y vaciar la pieza si es necesario, antes de emitir un archivo .phz que la Sonic Mini pueda leer.
La pantalla de enmascaramiento LCD de la Mini es un panel de 1920 x 1080 que, aunque de menor resolución que las pantallas de 2K que se encuentran comúnmente en las impresoras de MSLA baratas hoy en día, sigue ofreciendo una aceptable resolución XY de 62 micrones.
Con la pieza en la mano, esta reducción de la resolución solamente se percibe estudiándola detalladamente y con luz directa. Si combinamos estos resultados con tiempos de curado de capas de apenas dos segundos (usando la resina estándar de Phrozen), podemos concluir que nos encontramos ante una impresora de estereolitografía enmascarada que imprime con una calidad cercana a la que ofrecen actualmente las principales impresoras de MSLA, por menos dinero y mucho más rápido. ¡Una locura!
La impresión con resinas de otras marcas produce resultados similares: tiempos de curado rápidos e impresiones con detalles precisos.
Usando los valores predeterminados que incorpora la configuración de ChiTuBox para la Sonic Mini, en realidad la impresora pasa más tiempo reposicionándose para cambiar de capa que imprimiendo. Tal vez en este aspecto haya margen para la optimización, para lograr reducir aún más los tiempos de impresión (en nuestros intentos logramos algunos pequeños éxitos), pero no está claro si el enfriamiento del motor de luz es capaz de disipar el calor generado por la impresión con menos tiempo entre usos de la pantalla. Las pantallas de LCD monocromo son un poco más duraderas que sus homólogas no monocromo, por lo que podría ser posible (tomando prestado un término un poco libremente) «sobrecargarlas» un poco para que funcionen algo más rápido de lo que lo harían de serie.
En cualquier caso, es una maniobra que no recomendamos a menos que estés dispuesto a arriesgarte a arruinar tu máquina; pero, ciertamente, vemos potencial para que la Sonic Mini imprima aún más rápido. Si quieres ir más allá, las viscosas resinas de borrador, como la Draft de Formlabs (una resina diseñada para imprimir con una altura de capa de 0,3 mm), funcionan bien en la Sonic Mini. Requieren tiempos de curado de las capas más prolongados, pero, calculando la duración conjunta de la curación y el reposicionamiento, ahorras tiempo. Los modelos resultantes pierden resolución en todos los ejes, pero para crear prototipos rápidos y poco definidos e impresiones de prueba, es genial.
De nuevo, sin embargo, este uso eleva bastante la temperatura de la impresora, por lo que conviene considerarlo más como un experimento que como un uso cotidiano de la Sonic Mini.
La única «gran» renuncia está en el volumen de impresión, que en la Sonic Mini es de aproximadamente 120 x 68 x 130 mm (es decir, el eje Z es 25 mm más corto que el de la Elegoo Mars Pro y 35 mm más corto que el de la Creality LD002-R). Un pequeño «daño colateral», teniendo en cuenta el precio de la Sonic Mini (hoy unos 220 €) y la rápida impresión que ofrece.
Sin duda, hoy en día existen más impresoras de resina de escritorio baratas de las que uno puede llegar a recordar, todas con características similares. No es frecuente que una destaque por encima del resto, y eso precisamente es lo que la Phrozen Sonic Mini ha logrado con su pantalla de LCD monocromo y su curado de las capas mucho más rápido que el de la competencia.
Mientras que, técnicamente, la calidad de impresión es inferior a la de la Elegoo Mars, debido a la resolución LCD de 1920 x 1080 de la Sonic Mini, afirmamos encarecidamente que pocos podrán diferenciar las impresiones de una y otra máquina. Por eso le hemos dado una valoración tan alta. Según nuestra experiencia, es tan buena como las demás en todo lo que importa, y, en un aspecto concreto, mucho mejor.
En términos de especificaciones, la Sonic Mini destaca sobre el resto de sus competidoras por su capacidad de imprimir rápido.
Como la más grande y mucho más cara Phrozen Sonic, la Sonic Mini da continuidad a la exploración por parte de Phrozen de la tecnología LCD monocromo, un tipo alternativo de pantalla de enmascaramiento LCD que permite el paso de más luz UV. De este modo, el tiempo de curado de las capas se reduce y el proceso de impresión se acelera drásticamente. Las pantallas de este tipo disponibles habitualmente hoy en día son de una resolución más baja que las de LCD no monocromo; en el caso de la Sonic Mini, el panel utilizado es de 1920 x 1080.
Se afirma que este nuevo panel es más resistente y duradero que los paneles convencionales, y la empresa le otorga una vida útil de unas 2 000 horas. De ser así, significaría que su duración es cuatro veces superior a la de las pantallas de LCD de las impresoras de la competencia. Sin embargo, aún no conocemos el precio de una pantalla LCD monocromo de recambio, así que nos reservamos el derecho de juzgar si la cosa es tan espectacular como suena.
La Phrozen Sonic Mini cuenta con una resolución XY de 62 micrones, por debajo de los 47 micrones de la Phrozen Shuffle original. Se trata de un ligero paso atrás en calidad, pero resulta fácilmente aceptable si se contrasta con la capacidad de la Sonic Mini de curar una capa en tan solo dos segundos, que es el tiempo de curado estándar de una capa de 0,05 mm usando la resina estándar de Phrozen. Y si se reduce el grosor de las capas a 0,03 mm, el tiempo de curado puede bajar de dos segundos.
La Phrozen Sonic Mini funciona con una placa ChiTu disponible comercialmente, con el firmware ligeramente adaptado a la imagen de Phrozen. La preparación de los modelos se lleva a cabo con el software ChiTuBox, muy fácil de usar y que recientemente ha incorporado la compatibilidad para varios modelos de impresora de Phrozen, incluyendo, por supuesto, la Sonic Mini.
La Phrozen Sonic Mini se lanzó por un precio de aproximadamente 185 € en la tienda online oficial de Phrozen. Como era de esperar, los costes adicionales, como el envío y los posibles impuestos de importación, hacen aumentar un poco esa cifra, aunque también hemos visto el precio elevarse por encima de los 200 €. En general, el precio va acorde con el lanzamiento de la Sonic Mini por parte de Phrozen como la impresora para los neófitos.
Tecnología de impresión: Estereolitografía enmascarada basada en LCD (MSLA)
LCD: LCD monocromo personalizada de 5,5 pulgadas y resolución de 1920 x 1080, ParaLED 2.0 Lite 405 nm
Espacio de construcción: 120 x 68 x 130 mm
Resolución de la capa Z: 10 micrones
Resolución XY: 62 micrones
Interfaz de usuario: Pantalla táctil IPS de 2,8 pulgadas
Conexión: USB
Nivelado de la plataforma de construcción: n/a
Materiales: Resinas adecuadas para impresoras con tecnología LCD de 405 nm
Paquete de software: Sistema operativo Phrozen (incorporado), ChiTuBox (escritorio)
Tipos de archivos: OBJ, STL (escritorio)
Peso: 4,5 kg
Medidas: 250 x 250 x 330 mm
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