En el mundo en constante evolución de la impresión 3D, el centro de atención se ha desplazado recientemente hacia la velocidad como criterio determinante. Los fabricantes se encuentran inmersos en una carrera por presentar máquinas de vanguardia equipadas con avanzados sistemas de movimiento CoreXY y hotends más potentes, todo ello diseñado para acelerar el proceso de impresión en 3D.
Dos formidables contendientes en esta nueva generación de impresoras son las impresoras K1 de Creality y P1P de Bambu Lab. En este artículo, desglosaremos las diferencias entre ambas en su lucha por alzarse como reinas de la velocidad, desvelando los rasgos diferenciales clave que hacen de cada una de estas máquinas una opción destacada en el mundo de la impresión 3D moderna.
Ahora que hemos expuesto las especificaciones técnicas, pasemos a centrarnos en las características distintivas que hacen de la Creality K1 y la Bambu Lab P1P opciones destacadas en el ámbito de la impresión 3D.
Tanto la Creality K1 como la Bambu Lab P1P emplean sistemas de movimiento CoreXY, un mecanismo avanzado conocido por su precisión y su capacidad para mejorar la velocidad de impresión en 3D. Sin embargo, las diferencias en sus estructuras las distinguen en términos de filosofía de diseño.
La K1 opta por una estructura totalmente cerrada. Esto puede ser beneficioso cuando se imprime con materiales que requieren altas temperaturas, como el ABS y el PC, ya que el cerramiento atrapa el calor de forma natural. Esto crea un entorno térmico estable y controlado dentro de la impresora.
La P1P, por su parte, destaca por su diseño de estructura abierta, que ofrece a los aficionados y creadores un lienzo casi en blanco para la personalización. Esta estructura abierta permite a los usuarios modificar la impresora y juguetear con ella con mayor libertad, lo que la convierte en una opción excelente para quienes disfrutan construyendo y mejorando la configuración de su impresora 3D. Una posible mejora es cerrar la P1P, un proceso que resulta más simple gracias a diversos kits disponibles en el mercado.
En cuanto al aspecto físico, la P1P es ligeramente más grande, pero más baja de altura, mientras que la K1 es más pequeña pero un poco más alta. Aparte de eso, los diseños son muy similares, ya que ambas cuentan con robustas estructuras metálicas y varillas lineales en su diseño, lo que las hace estables y fiables durante el proceso de impresión.
En lo que respecta al espacio de construcción, tanto la Creality K1 como la Bambu Lab P1P ofrecen unas dimensiones adecuadas, con solo algunas pequeñas diferencias. La K1 ofrece un espacio de construcción de 220 x 220 x 250 mm, unas medidas bastante habituales que recuerdan a la popular serie Ender 3. Esta área de construcción es suficiente para la mayoría de los proyectos de impresión 3D comunes, ya que ofrece una cantidad de espacio correcta para crear una amplia gama de objetos y prototipos.
Por el contrario, la Bambu Lab P1P cuenta con un espacio de construcción ligeramente mayor, de 256 x 256 x 256 mm. Aunque el espacio adicional puede no ser esencial para los trabajos de impresión cotidianos, puede resultar útil para proyectos específicos, como la creación de modelos más grandes o paneles laterales para la propia impresora.
La Creality K1 y la Bambu Lab P1P comparten muchas similitudes en cuanto a sus placas de construcción. Ambas impresoras están equipadas con planchas de acero para muelles magnéticas, extraíbles y flexibles. La placa de impresión de la K1 cuenta con una superficie de PEI lisa «esmerilada», que proporciona a las impresiones una superficie consistente y uniforme. Por otro lado, la P1P cuenta con una placa de PEI texturizada.
En términos de adherencia, ambas placas de impresión pueden ofrecer resultados similares, garantizando una buena adherencia de la primera capa para una amplia gama de filamentos. Sin embargo, la elección entre ambas está determinada por los requisitos específicos de las impresiones de cada usuario. La superficie texturizada de la placa de impresión de la P1P ofrece una mejor adherencia para impresiones con una mayor superficie de contacto o que requieran un mayor agarre durante el proceso de impresión. Por otro lado, al parecer las superficies lisas como la de la K1 funcionan mejor con filamentos como el PLA, que son extremadamente comunes.
Además, el acabado de la superficie inferior (liso o texturizado), influye en el aspecto final de la impresión. La superficie lisa de PEI de la K1 produce objetos con un acabado liso y pulido, mientras que el PEI texturizado de la P1P puede introducir un sutil patrón texturizado en la superficie inferior, que podría resultar atractivo para determinados fines estéticos.
Tenga en cuenta que, como las placas son magnéticas, pueden cambiarse fácilmente por otros modelos, ya sean del propio fabricante o de terceros. Estas pueden aportar diferentes superficies y revestimientos con distintos niveles de adherencia para los diferentes filamentos, aportando gran flexibilidad a los usuarios.
Un aspecto clave de diferenciación entre la Creality K1 y la Bambu Lab P1P es su firmware. La K1 utiliza un firmware basado en Klipper, una plataforma de código abierto que permite una mayor transparencia y personalización dentro del propio firmware. Por el contrario, la Bambu Lab P1P se basa en un firmware de código cerrado, lo que limita las posibilidades de modificación por parte del usuario.
Ambas impresoras comparten el objetivo común de imprimir a alta velocidad. Sin embargo, la K1 se enfrenta a un reto importante en su interfaz de usuario. En su estado actual, el reality OS de la K1 deja bastante que dsesear en términos de experiencia de usuario. Carece de características básicas, como la posibilidad de iniciar impresiones de forma sencilla, y otras funciones están muy limitadas, como el control de la velocidad de impresión. Esto sitúa a la K1 en notable desventaja en comparación no solo con la P1P, sino también con muchas otras impresoras 3D disponibles en el mercado.
Dicho esto, Creality parece estar trabajando para solucionar las deficiencias de Creality OS. También ha proporcionado a los usuarios la opción de instalar la plataforma Klipper tradicional en la impresora. Sin embargo, aún está por llegar una solución definitiva.
La interfaz de usuario es un área notable de preocupación tanto en el caso de la Creality K1 como de la Bambu Lab P1P, cada una con su conjunto propio de ventajas e inconvenientes.
La K1 cuenta con una interfaz elegante y, posiblemente, más atractiva visualmente gracias a su pantalla táctil en color. Sin embargo, una vez más se queda corta en lo tocante al sistema Creality OS, que hace las veces de interfaz web para la impresora. Los usuarios han informado de numerosos problemas de implementación en Creality OS, especialmente en comparación con los equivalentes de Klipper (es decir, Fluidd y Mainsail). Estos problemas incluyen la desaparición o el mal funcionamiento de funciones cruciales como la personalización, los perfiles o las macros. Sin embargo, hay que señalar que, con un poco de esfuerzo, es posible modificar la impresora para utilizar en su lugar esos equivalentes tradicionales.
Por otro lado, muchos usuarios han expresado su insatisfacción con la interfaz de usuario de la P1P, citando problemas con su anticuada pantalla LCD monocromo y una interfaz de rueda de clic algo difícil de manipular. Esta configuración puede resultar poco óptima para quienes buscan una experiencia de usuario más intuitiva y moderna.
A pesar de estos problemas, ambas impresoras ofrecen la comodidad del control inalámbrico desde un ordenador o un smartphone. La P1P de Bambu Lab, en particular, cuenta con una ventaja adicional: la oferta de interfaces inalámbricas populares y con abundantes funciones de Bambu Studio, Bambu Handy y MakerWorld, todas ellas con una gran integración con la P1P.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que algunos usuarios han expresado su preocupación por el enfoque totalmente basado en la nube de Bambu Lab, que puede plantear dudas sobre la seguridad y la privacidad de los datos. Afortunadamente, Bambu ofrece un modo «Solo LAN», que permite que la impresora funcione localmente, sin conectarse a los servidores de Bambu. En cualquier caso, esto conlleva algunas desventajas, como la renuncia a la supervisión remota y al historial de impresión.
Ambas impresoras demuestran una gran compatibilidad con slicers populares como Cura y PrusaSlicer. Aunque Creality sugiere el uso de su Creality Slicer para la K1, cabe señalar que esta opción ha recibido algunas críticas. Algunos usuarios expresan su insatisfacción debido a que utiliza una versión antigua del motor Cura, que puede no ofrecer sistemáticamente el mismo nivel de calidad de impresión que otras alternativas de slicer más actualizadas.
Por el contrario, Bambu ofrece una herramienta propia, Bambu Studio, que se basa en una versión más reciente de PrusaSlicer. Por lo tanto, es mucho más capaz y tiene una buena integración con la P1P y otras impresoras de la marca. El sólido control dentro de Bambu Studio, así como la aplicación Bambu Handy, reducen los inconvenientes de la interfaz poco óptima de la impresora. Esencialmente, la interfaz no es realmente necesaria para utilizar la impresora e incluso puede no utilizarse en absoluto en ocasiones.
Por último, cabe mencionar que ambos fabricantes disponen de servicios de slicing online: Creality ofrece Creality Cloud y Bambu, MakerWorld. MakerWorld brinda incluso la opción de impresión en un solo paso.
Ambas impresoras cuentan con configuraciones de extrusión similares, con hotends totalmente metálicos y extrusores directos de doble engranaje. Este diseño les permite trabajar con una amplia variedad de filamentos, que incluye opciones estándar como el PLA y el ABS, así como materiales más especializados, como PETG y TPU. La extrusión directa también facilita el manejo de filamentos más difíciles, como los filamentos flexibles.
Como casi todas las impresoras modernas, ambas incluyen alguna forma de nivelación automática de la cama de impresión. La K1 utiliza una matriz de galgas extensométricas bajo la placa de impresión, una tecnología que ayuda a garantizar una superficie de impresión uniforme y nivelada, ya que determina con precisión la altura de la placa de impresión en toda la superficie.
Por otro lado, la P1P emplea una matriz de células de carga, una versión ligeramente más avanzada de una matriz de galgas extensométricas. Estos sistemas han demostrado una gran precisión y fiabilidad a la hora de mantener las camas de impresión niveladas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en ambos casos, el cabezal entra en contacto con la cama de impresión durante las mediciones, con el consiguiente riesgo de dañar la superficie de dicha cama.
La P1P no ofrece opción de nivelación manual, pero la mayoría de los usuarios coinciden en que, teniendo en cuenta lo bueno que es el proceso automático, no hay necesidad de tal función. Aunque la K1 sí tiene esa opción, requiere desmontar bastante la impresora, lo que hace que el proceso sea muy engorroso.
Tanto la K1 como la P1P incorporan placas base propias que han sido adaptadas por sus respectivos fabricantes para garantizar una integración perfecta con las impresoras. Aunque ambas placas base ofrecen un rendimiento similar, existen algunas sutiles diferencias de hardware que las distinguen. Por ejemplo, la K1 está equipada con un puerto USB, mientras que la P1P dispone de una ranura para tarjetas microSD, ambas para iniciar impresiones de forma local.
La conectividad inalámbrica es una característica clave en ambas impresoras: sus fabricantes la mencionan como el medio principal para cargar y supervisar las impresiones. Teniendo en cuenta este enfoque centrado en la accesibilidad inalámbrica, la diferencia que muestran ambos dispositivos respecto a la entrada mediante puerto USB o mediante ranura para tarjetas microSD (o incluso la existencia de cualquiera de ambas opciones) tiene una relevancia limitada, ya que los usuarios pueden aprovechar estas capacidades inalámbricas para controlar y supervisar cómodamente sus proyectos de impresión 3D sin tener que acceder físicamente a la impresora.
A primera vista, la Bambu Lab P1P podría parecer la opción más cara, ya que se comercializa por unos 100 € más que la Creality K1. Sin embargo, el precio inicial no siempre revela la imagen completa.
Al evaluar el valor global de estas impresoras, es esencial tener en cuenta las renuncias inherentes a cada una. La Creality K1, al ser la opción más económica, ofrece un espacio de construcción menor, lo que puede ser limitante para quienes necesiten realizar impresiones de mayor tamaño. También dejan que desear su software y su interfaz de usuario.
La P1P, por otro lado, suele tener un precio más elevado, pero esta inversión se traduce en una mayor fiabilidad y un mayor espacio de construcción. Además, la P1P ofrece una experiencia de uso más sencilla, gracias a su integración en el amplio ecosistema de Bambu.
Afortunadamente, las frecuentes rebajas y promociones en el mercado de las impresoras 3D permiten a los creadores hacerse con impresoras a precios reducidos. Así pues, esté atento a las rebajas de precio de estas dos impresoras.
A la hora de elegir entre la Creality K1 y la Bambu Lab P1P es imposible limitarse a «escoger la mejor», si no que deberá valorar la correlación de sus preferencias con las características únicas de cada impresora.
Aunque el espacio de construcción de la K1 es menor, su diseño totalmente cerrado destaca por el control de la temperatura que permite, lo que la convierte en una opción sólida para quienes trabajan con materiales que requieren altas temperaturas. Sin embargo, su experiencia de usuario puede dejar mucho que desear, debido a la ausencia o mal funcionamiento de ciertas funciones. Dicho esto, el firmware de la K1 es de código abierto, y Creality ha concedido a los usuarios la posibilidad de instalar soluciones tradicionales basadas en Klipper.
Por otro lado, la Bambu Lab P1P ofrece un diseño de construcción más abierto, un mayor espacio de construcción y una experiencia de usuario fiable. Sin embargo, tiene un precio más elevado.
En cuanto al precio, las rebajas y promociones pueden cambiar la propuesta de valor, aunque la K1 suele resultar más asequible. Por otra parte, las ventajas de la P1P sobre la K1 pueden justificar el mayor coste para algunos.
La conclusión es que ninguna de las dos es claramente «mejor» que la otra. Es cuestión de sopesar los pros y los contras y de seleccionar la que mejor se ajuste a sus necesidades de impresión 3D. Tanto la Creality K1 como la Bambu Lab P1P ofrecen un valor excelente en el ámbito de la impresión 3D, por lo que, sea cual sea su elección, sin duda será un acierto.
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