A la hora de elegir materiales para impresión 3D, hay muchos factores a tener en cuenta, como la facilidad de impresión o la dureza. Por supuesto, dependiendo de lo que vayas a imprimir, tus prioridades pueden variar. Por ejemplo, si estás imprimiendo un soporte para una GoPro, es posible que quieras un filamento resistente a la intemperie, pero si lo que estás fabricando es un divertido juguete para tu sobrino, te bastará con un filamento que sea fácil de imprimir.
El PLA y el PETG son dos de los materiales para la fabricación de filamentos para impresión 3D más populares disponibles. Ambos tienen ventajas e inconvenientes en aspectos como la facilidad de impresión, la dureza, etc. En este artículo, analizaremos las principales diferencias entre el PLA y el PETG, y lo que hace que cada material sea más adecuado para unas aplicaciones y unos propósitos específicos.
Antes de ver las diferencias entre el PLA y el PETG, es importante analizar cada material y fijarnos en sus méritos. Así que, primero analizaremos cómo se obtiene cada uno de ellos, así como sus principales ventajas y desventajas.
En primer lugar, PLA es la abreviatura comúnmente utilizada para el ácido poliláctico. El PLA es el material de filamento de impresión 3D más popular y también se utiliza comúnmente en la industria del envasado de alimentos debido a sus propiedades de seguridad alimentaria, de las que hablaremos más adelante.
Para ponerte en antecedentes, el plástico PLA en bruto se obtiene de cultivos como el maíz y la caña de azúcar. De estos cultivos, se extrae almidón, y del almidón se extrae un tipo de azúcar mezclándolo con productos químicos especiales. A continuación, el azúcar se fermenta y se condensa o polimeriza para crear la versión en bruto del plástico PLA.
Quizás el aspecto más notable del PLA es lo fácil que resulta imprimir con él. Básicamente, cualquier impresora 3D de FDM puede imprimir con PLA debido a sus bajas temperaturas de fusión y transición vítrea. Además, el PLA no es excesivamente sensible a las condiciones ambientales y funciona con numerosos ajustes para los programas de corte, por lo que puedes lograr impresiones correctas sin demasiado trabajo.
Sin embargo, ningún material es del todo bueno, y el principal inconveniente del PLA es su poca dureza. Las piezas impresas en PLA son conocidas por ser muy frágiles debido a la baja adherencia entre las capas de los modelos impresos en 3D. Además, se sabe que las altas temperaturas y los rayos UV decoloran e incluso deforman las piezas impresas en PLA, lo que convierte este material en una mala elección para piezas destinadas a estar en el exterior y bajo el sol.
El tereftalato de polietileno modificado con glicol, o PETG, es otro material de impresión 3D muy popular. El PETG es una versión modificada del PET, un plástico que probablemente asocies con las botellas de agua desechables y otros envases transparentes. La principal diferencia entre el PETG y el PET reside en la «G», que hace referencia a la modificación con glicol, que reduce el punto de fusión del PETG y lo hace más fácil de imprimir en 3D.
Al igual que su material base, el PETG se obtiene principalmente del petróleo crudo, concretamente de los componentes químicos glicol y ácido tereftálico. Estas sustancias químicas se extraen del petróleo y luego se calientan y mezclan para crear el plástico PETG en bruto. Aunque obviamente el petróleo no es el recurso más ecológico, muchos centros de reciclaje aceptan el PETG, por lo que este tipo de plástico no es totalmente perjudicial para el medioambiente.
El PETG es más conocido por su durabilidad y dureza. Se trata de un plástico resistente a las altas temperaturas, a los rayos UV, al agua, a los disolventes químicos, etc. Por todo ello, es una opción ideal para imprimir piezas sometidas a inclemencias ambientales o a tensión física.
Por desgracia, el PETG requiere temperaturas de impresión algo elevadas, lo que limita el número de impresoras compatibles con este material. Además, existen algunos problemas comunes de impresión y de calidad de las piezas, como la sobreadherencia y el encordado, que hacen que resulte más difícil trabajar con él. No obstante, el PETG sigue siendo una gran opción para crear filamentos para la impresión 3D, con muchas aplicaciones.
Como hemos mencionado, el PLA requiere temperaturas de impresión comparativamente bajas. La mayoría de los filamentos de PLA pueden imprimirse con una temperatura del cabezal de unos 210 °C y una temperatura opcional de cama de hasta 60 °C. Por su parte, el PETG requiere temperaturas notablemente más altas, con una temperatura de cabezal sugerida de entre 220 °C y 250 °C y una temperatura de la cama de alrededor de 65 °C. Aunque una diferencia de 15 °C puede no parecer gran cosa, es una variación lo suficientemente significativa como para que más impresoras puedan imprimir con PLA que con PETG.
El PLA también es mucho menos sensible a otros factores de impresión, como el entorno de impresión o los ajustes no del todo adecuados del programa de corte, en comparación con el PETG. No es raro conseguir impresiones de alta calidad en PLA con una configuración para impresión con PLA por defecto.
Por su parte, el PETG es un poco más difícil de trabajar. Especialmente si no calibras tu extrusor, afinas los ajustes de retracción y encuentras las mejores temperaturas y velocidades, es probable que experimentes encordado en tus impresiones con PETG.
Si no estás familiarizado con el problema, el «stringing» o encordado se produce cuando material extra fluye fuera del cabezal cuando no debería, dejando pequeños hilos de plástico sobrantes alrededor de tu impresión (lo cual le da un aspecto poco estético). Con el PETG, también es más probable que tengas problemas con la adherencia de la cama, ya que el filamento tiende a adherirse en exceso a la placa de construcción, por lo que resulta más difícil retirar las impresiones de la cama, en comparación con el PLA.
En términos de propiedades mecánicas, el PETG es conocido por su alta dureza, resultado de la resistencia natural de la materia prima combinada con el aumento de la adherencia entre las capas que se produce debido a la mayor temperatura de impresión. La adherencia de las capas de PLA es menos impresionante, y las impresiones de PLA pueden ser extremadamente frágiles, lo que hace que este material esté lejos de ser la mejor opción para una impresión que vaya a estar sometida a cualquier tipo de tensión. Sin embargo, el PETG no solo es fuerte en comparación con el PLA; las piezas impresas en PETG, cuando se imprimen con los ajustes óptimos, normalmente no se pueden romper doblándolas con las manos (dependiendo del modelo, por supuesto).
La dureza es una cosa, pero la resistencia a los elementos, a la que nos referiremos como durabilidad, también es muy importante para un material de impresión 3D. Si alguna vez has impreso con PLA, sabrás que no es demasiado duradero. Por ejemplo, si se dejan en el exterior y bajo el sol durante más de una hora, las piezas impresas en PLA comienzan a deformarse porque los rayos UV y el calor ambiental son suficientes para ablandar el material.
Sin embargo, este no es ni de lejos el caso del PETG, ya que este material termoplástico es uno de los plásticos más duraderos, no solo para la impresión 3D sino para la fabricación en general. El PETG es resistente a muchos fenómenos, incluidos los rayos UV, las altas temperaturas, el agua y la acetona. Todo esto hace que este último sea una gran opción para imprimir cualquier modelo que se vaya a utilizar en el exterior o que esté sometido a inclemencias ambientales.
Las diferencias entre el PLA y el PETG van más allá de las propiedades de los materiales y la forma de imprimirlos. Por un lado, está el respeto al medioambiente de ambos materiales. El PLA suele proceder de fuentes naturales, como los cultivos de maíz, mientras que el PETG se obtiene del petróleo crudo, que no es tan respetuoso con el medioambiente.
Aunque producir PLA es, por tanto, menos dañino que fabricar plástico PETG, esto no pone fin al debate sobre qué material es más ecológico. El PETG es un plástico reciclable que puede depositarse en centros de reciclaje para ser fundido y, con suerte, reutilizado. Por desgracia, el PLA no suele ser reciclable, aunque sí es compostable por medios industriales.
A pesar de que no se trata de una diferencia, también es importante saber que tanto el PETG como el PLA se consideran, generalmente, aptos para el contacto con alimentos. Si tus impresiones van a estar en contacto con alimentos o bebidas, lo mejor es que busques filamentos con la aprobación de la FDA o de la autoridad local equivalente.
Ten en cuenta que también existen otras fuentes de contaminación a lo largo del proceso de impresión 3D. Así que, además de imprimir con un filamento certificado como seguro para los alimentos, debes tomar precauciones para reducir la posible contaminación durante la extrusión y, después de imprimir, sellar la impresión con un sellador seguro para el uso con alimentos.
Ahora que hemos repasado las diferencias entre los materiales, puede que te interese hacerte con un poco de filamento. Hay bastantes marcas que ofrecen PLA y PETG. A continuación, destacamos solo un par de las muchas opciones que existen.
Hatchbox es un conocido fabricante de materiales para impresión 3D, y su filamento PLA es popular por ser muy fácil de imprimir, como muchas otras opciones de PLA. El PLA de Hatchbox está disponible en 67 colores diferentes en varias variaciones (como mate, seda o metálico, entre otras), y la marca afirma que su filamento cuenta con una tolerancia de diámetro de solo ±0,03 mm.
Overture es otro fabricante de filamentos de impresión 3D y su PLA está disponible en 30 colores, más si tenemos en cuenta sus variaciones de seda, roca y color dual. El filamento tiene una tolerancia de diámetro de ±0,03 mm, lo que significa que no deberías tener demasiados problemas de extrusión asociados a su consistencia. Además, los filamentos de Overture se suministran en bobinas de cartón que cuentan con unas líneas muy útiles para medir la cantidad de filamento que queda.
Overture también fabrica su propio filamento PETG, que es otra opción a tener en cuenta debido a los increíbles comentarios de usuarios que sugieren que el filamento es muy fuerte y bastante fácil de imprimir. Al igual que el filamento PLA, el PETG de Overture tiene una tolerancia de ±0,03 mm de diámetro. Además, el filamento viene en más de 20 colores diferentes, así como cuatro más en su serie PETG transparente.
El filamento PETG de Sunlu es otra gran opción. Según el fabricante, el PETG de Sunlu mantiene una tolerancia de ±0,02 mm de diámetro. En comparación con otras marcas, la paleta de colores disponibles es limitada: negro, blanco, gris, azul, naranja y rojo. No obstante, es una gran elección para impresiones funcionales en las que las opciones de color novedosas no son una prioridad.
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